Destacado “Cazador” de Exoplanetas Visita el DAS

Lunes, 12 Agosto 2013

El reconocido astrónomo estadounidense de la Institución Carnegie para la Ciencia, Paul Butler, visitó el Departamento de Astronomía (DAS) de la Universidad de Chile donde dictó el pasado lunes 5 de agosto el seminario “Velocidades precisas de la nueva generación de espectrómetros de celdas de Yodo R4: APF y la SSP”.

Butler y su equipo, son los principales “cazadores” de exoplanetas, es decir, planetas que se encuentran orbitando estrellas distintas a nuestro Sol y a varios años luz. Dentro de sus investigaciones destacan en 2002 el hallazgo del cuerpo remoto más pequeño detectado hasta ahora, con una masa de tan sólo 40 veces la de la Tierra; y el descubrimiento del primer sistema planetario similar al nuestro con planetas en órbitas circulares alrededor de la estrella 55 Cancri, tras 15 años de observaciones.

Sin embargo, en 2010 los ojos del mundo se centraron en el trabajo de este prestigioso científico tras la publicación del hallazgo de Gliese 518 g, un planeta con una masa muy similar a nuestra Tierra descubierto en la zona habitable de su estrella. “La distancia orbital del planeta es tal que podría existir agua líquida, y eso se considera el ingrediente más importante para la vida”, explica Butler.

EN BUSCA DE NUEVOS MUNDOS

La búsqueda de exoplanetas es relativamente nueva en Astronomía. Butler comenta que “la ciencia moderna empezó con Copérnico especulando que la Tierra es un planeta y que todos los planetas giran alrededor del Sol. Luego Giordano Bruno especuló que el Sol es una estrella igual que cualquiera, y que otras estrellas también podían tener planetas los cuales también podrían tener vida. Por ésta y otras herejías, Bruno fue quemado en la hoguera en la plaza pública en Roma en el año 1600. Los hallazgos actuales completan la revolución copernicana, y nos lleva hasta el siguiente nivel de preguntas: si es la vida común en el universo, y si existen otras civilizaciones inteligentes que se comunican”, afirma.

Las investigaciones indican que la mayoría de los astros presentes en el cosmos cuentan con planetas, los cuales se han creado a partir del material sobrante de la formación estelar. Para detectar estos “mundos”, se utilizan dos técnicas: el método del tránsito, el cual consiste en observar fotométricamente la estrella y detectar sutiles cambios en la intensidad de su luz al pasar el planeta por delante de ésta; y la técnica de la velocidad radial, basado en el efecto Doppler donde el planeta también ejerce una fuerza gravitacional sobre la estrella que orbita, provocando en ella pequeñas oscilaciones las cuales generan cambios en las líneas del espectro según la estrella se aleja o acerca a nosotros (corrimiento al rojo o azul, respectivamente). Éste último sistema, que cuenta con los mejores resultados de búsquedas, fue creado por Butler y su equipo.

Hasta ahora, los científicos han determinado que los planetas pequeños como la Tierra y Marte, son más comunes que los gigantes como Júpiter, pero mucho más difíciles de detectar. “Es como en la playa: hay muchos más granos de arena que piedras, pero las piedras son más fáciles de hallar”, afirma el experto.

Pese a que aún no existen imágenes de exoplanetas, sólo datos que comprueban que están ahí, Butler es optimista. “La próxima generación de telescopios gigantes terrestres que existirán en la década de 2020 y los telescopios espaciales que se esperan para el año 2030 deben ser capaces de captar imágenes. La verdadera diversión comenzará cuando podamos tomar espectros de los planetas. Si logramos detectar vapor de agua y oxígeno ya no nos preguntaremos si, sólo tal vez, es posible que exista vida en el Universo, sino que pensaremos cómo esto no podría deberse a la vida”, asegura.